Soy Anita Morgan, dentista fundadora de la Clínica Everest , a la cual entré por primera vez de copuchenta , porque vi que estaban pintando paredes y desde ahí no me moví más, combinando mis días trabajando en otras clínicas también.
Decidí esta profesión el día que me sacaron las muelas del juicio, ahí me di cuenta que me hace realmente feliz poder ayudar a las personas con sus problemas bucales. Pude combinar una carrera científica con las manualidades que tanto me gustan, además de poder limpiar y limpiar porque soy realmente maniática de la limpieza, y sobre todo, es muy gratificante poder conocer a cada persona, su familia e incluso llegar a formar verdaderas amistades con algunos pacientes, porque este trabajo tiene un componente psicológico , personalizado y entretenido a la vez.